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La mentoplastia o genioplastia es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es aumentar o disminuir la proyección del mentón, armonizándolo con el resto de facciones del rostro.

Cuando una parte del rostro presenta desproporción o asimetría con respecto al resto de facciones, hay una inevitable pérdida del equilibrio facial.

Pese a que suele ser un procedimiento que tarda horas (siempre dependiendo del caso y de la técnica a elección), NO siempre requiere de hospitalización.

MENTOPLASTIA DE AUMENTO

Siendo esta la más común, el proceso es más sencillo. Una de las formas de realizar la intervención es colocando un implante de silicona por delante del mentón para accentuar su proyección. La incisión es imperceptible, ya que en la mayoría de casos se realiza por el interior de la boca -entre el labio inferior y encía-, siempre que el estado dental sea óptimo.

La segunda forma de llevarla a cabo es realizando una incisión externa debajo de la barbilla, mejorando así el volumen de la parte inferior del rostro.

Otra manera de realizar la intervención es realizando una sección en el hueso para avanzarlo, fijándolo con placas y tornillos. Este tipo de intervención requiere de ingreso hospitalario de 48 hs.

MENTOPLASTIA DE REDUCCIÓN

El objetivo de la mentoplastia de reducción es modificar la proyección mediante la remodelación y eliminación del exceso de hueso. Dependiendo del caso, la incisión puede realizarse por dentro de la boca o debajo del mentón – el objetivo consiste en extraer el exceso de hueso a través de la incisión, además de remodelar y ajustar los contornos a las proporciones faciales del paciente.

¿CÓMO ES LA RECUPERACIÓN EN UNA MENTOPLASTIA?

– Podrás padecer una ligera hinchazón durante unos días y una ligera molestia sobre todo al hablar y comer.
– Puede aparecer algún pequeño hematoma que desaparecerá en 15-20 días.
– Es importante una buena higiene bucal para evitar infecciones.
– Los resultados serán definitivos a partir de los 3-5 meses.