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Tratamientos para el tercio inferior facial y cuello

Tratamientos para el tercio inferior facial y cuello
febrero 28, 2021 EsteticaPilo
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El aspecto de la parte inferior del rostro puede desempeñar un papel importante en el atractivo facial. En la parte inferior del rostro se encuentran el mentón, el perfil de la mandíbula y el cuello.

El mentón consiste en la proyección ósea anterior del maxilar inferior y su almohadilla de tejidos blandos de la barbilla que lo recubre. La prominencia del mentón de un individuo puede afectar a cómo es percibido en situaciones sociales:

– Un mentón prominente puede caracterizarse como un “mentón fuerte”, en cambio, si carece de proyección, es posible que se describa como un mentón “débil”. Esta percepción es particularmente cierta en el caso de los hombres.

– Las mujeres describen la parte inferior del rostro ideal en términos de un “perfil definido de la mandíbula”, con distinción clara entre el cuello y el mentón, un perfil prominente, pero con un toque de suavidad y estilismo; un mentón firme y tonificado, con un acabado limpio, sin nada que cuelgue; no demasiado puntiagudo, más bien delicadamente redondeado.

Dentro de los factores que contribuyen al envejecimiento del tercio inferior del rostro, se encuentran los siguientes:

Factores Intrínsecos:

 – Genética

– Cambios óseos

 – Expresiones faciales repetitivas

 – Atrofia de la dermis y del tejido blando

Factores extrínsecos:

 – Foto-envejecimiento / exposición al sol

 – Fumar

 – Exposición a irritantes

El envejecimiento intrínseco produce piel seca y atrófica, con arrugas finas y mayor laxitud de la piel.

El envejecimiento extrínseco produce una piel gruesa con muchas arrugas y curtida con pre-malignidades cutáneas y telangiectasias.

El envejecimiento del tercio inferior facial se caracteriza por presentar los siguientes cambios en la estructura facial:

  1. Pérdida de volúmen y elasticidad en los tejidos blandos subcutáneos.

  2. Formación de papada.

  3. Desarrollo de arrugas perilabiales y de las comisuras o “de marioneta”.

  4. Cambios en los labios: pérdida de volúmen, caída y retroceso, cambio en la orientación de la apertura del labio, pérdida del filtrum, alargamiento de la distancia entre la nariz y el borde superior del labio.

La pérdida de volúmen, relacionada con el envejecimiento en el mentón y el perfil de la mandíbula, es marcado por cambios estructurales:

 – Cambios en la dentición.

 – Atrofia ósea, muscular y de los tejidos subcutáneos.

 – Desplazamiento y descenso de los compartimentos adiposos.

 – Aplanamiento de la epidermis

 – Pérdida de colágeno y elastina.

Lo cual provoca pérdida de la definición en el perfil de la mandíbula, descenso de la grasa facial al borde mandibular, y aparece la papada. El aumento de la laxitud cutánea y disminución de la elasticidad y tersura de la piel, causan el aspecto de mentón flácido.

Para cumplir las expectativas de los pacientes de obtener resultados naturales, se debe evaluar el lenguaje emocional del rostro (expresiones de tristeza, cansancio, enfado, sorpresa, alegría…). Es importante examinar a los pacientes en posiciones estáticas y dinámicas (es decir, en posiciones de reposo y movimiento). Se pueden identificar los “puntos clave” de expresiones negativas para ayudar a planificar un tratamiento.

Las expresiones faciales emocionales están estrechamente vinculadas a nuestra capacidad de comunicarnos. La expresividad de la cara involucra una interacción entre los músculos de expresión y el movimiento de los tejidos blandos. El envejecimiento afecta a la expresividad debido a la formación de pliegues de la piel causada por acciones musculares repetitivas, la relajación y caída de los tejidos blandos.

La pérdida de definición de la línea de la mandíbula y de la piel submentoniana en el envejecimiento es notoria en los pacientes masculinos. En ellos, el tratamiento del tercio inferior del rostro puede implicar la proyección de la barbilla y el ángulo mandibular, así como la definición de las ramas mandibulares y los ángulos faciales.

La remodelación de labios en hombres, aunque generalmente se rechaza, con la experiencia de una buena comunicación al explicar en qué consiste el tratamiento y de las habilidades técnicas que compromete, puede ser gratificante para el paciente.

Sin embargo, para las mujeres, unos labios carnosos y definidos son símbolo de juventud y de belleza.

Los factores que se deberían evaluar al tratar los labios y el área peribucal incluyen:

 – La conservación de los puntos de referencia de los labios.

 – La presencia de oclusiones y/o la inclinación de los dientes que pueden tener un impacto en el arco dental.

 – La relajación y caída propias de la edad.

Los pacientes que solicitan un aumento de labios suelen clasificarse en uno de estos tres grupos:

 – Buena forma de labios: quieren más plenitud

 – Desea mejorar los labios atróficos debidos a la edad o a la genética.

 – Mala definición del borde labial, a menudo asociado con el avance de la edad o con un historial de fumar cigarrillos.

El objetivo del aumento de labios es un realce tridimensional del volúmen del labio con el borde bermellón mas definido.

La aplicación de ácido hialurónico en los labios es, sin duda, una de las técnicas que más se demandan en medicina estética. Éste tratamiento aporta volúmen, definición y armonía a los labios, se ha perfeccionado con los años y se ha convertido en una tendencia.